Los niños y jóvenes merecen crecer en un entorno seguro, libre de cualquier tipo de violencia. Un entorno seguro y libre de violencia es aquel en el que se respetan los derechos humanos y que cuenta con un ambiente físico, psicológico y social propicio para su sano desarrollo.
Los infantes y los adolescentes, que están dentro de un ambiente seguro, cuentan con las posibilidades de poder identificar situaciones de violencia, expresar su sentir y poder recurrir a una persona de confianza con autoridad (ya sea un familiar o una figura escolar) que pueda apoyarlos.
Los entornos en los que los menores de edad suelen permanecer más tiempo son: el hogar y la escuela. Es por eso que, en dichos lugares debe existir comunicación, amor y respeto, para que se sientan protegidos, cuidados y amados.
Características de los entornos libres de violencia:
- Se tiene la apertura para poder expresarse y poder llegar a la resolución de problemas
- Existe respeto y afecto
- Se promueve el dialogo, la comunicación y el entendimiento
- Se respeta y se es empático con las emociones de los demás
- Se respetan los diferentes puntos de vista y se aceptan las críticas constructivas
- Están prohibidos los actos de violencia, agresión, o acoso.
- Existen espacios aptos para la sana convivencia

Cómo crear un hogar libre de violencia
Para que el hogar sea un entorno seguro para todos, en el que exista una sana convivencia y buena comunicación, hay que respetar los derechos y las obligaciones establecidos con la finalidad de que exista un buen cuidado y se eviten riesgos de violencia.
Se deben establecer rutinas con horarios específicos para: dormir, comer, realizar la limpieza de la casa y la higiene personal. Lo ideal es que todos los miembros de la familia ayuden con las tareas del hogar, de acuerdo con su edad y sus capacidades. Deben existir normas y límites claros de lo que está permitido y lo que no dentro del hogar.
Todos los miembros de la familia, sin importar su edad, deben tener libertad de ser escuchados y de hablar. Se deben resolver los conflictos sin violencia y a través del diálogo y la empatía.
Tener libertad para expresarse y realizar actividades en familia
El ambiente debe ser propicio para que se puedan expresar opiniones y emociones libremente . Se debe procurar que hayan demostraciones de amor y afecto por medio de abrazos y palabras de aliento, sonrisas y reconocimiento.
Se debe hacer espacio en la agenda para realizar actividades en conjunto como familia, para el esparcimiento y la recreación, como practicar un deporte en familia, jugar juegos de mesa, ver una película, asistir a un espectáculo familiar, etc.
Hay que procurar llegar a acuerdos entre todos los miembros de la familia, en cuestiones en los que todos estén involucrados. Evitar castigos corporales para mantener la disciplina, la corrección por medio de la violencia debe estar prohibida. Es mejor siempre explicar claramente las reglas, las alternativas y los compromisos que tiene la familia, y procurar cumplirlos y respetarlos.
Se deben limitar el uso de los dispositivos electrónicos como: la televisión, los teléfonos móviles, las tabletas, el internet, los videojuegos, etc. Con la finalidad de promover otro tipo de actividades de recreación que promuevan la sana convivencia, como practicar juntos algún deporte, jugar o simplemente platicar.
Cómo tener una escuela libre de violencia
Los alumnos y las alumnas deben poder convivir en un ambiente en el que exista tranquilidad y no corran ningún peligro, es decir, no estén expuestos a accidentes, violencia, delitos o condiciones que pongan en riesgo su salud.
Las autoridades escolares y los mismos alumnos deben promover la inclusión y el respeto entre todos y todas. Dar reconocimientos, premios y menciones a los alumnos de manera frecuente.

Hay que detectar y controlar las situaciones de acoso y violencia con la ayuda de personal capacitado, que pueda atender de forma asertiva y oportuna los casos de violencia.
En el salón y en las diversas instalaciones de la escuela deben existir reglas claras de respeto y de conductas permitidas y no permitidas, para evitar dentro de los posible la existencia del acoso escolar y otros tipos de violencia. El reglamento básico se puede crear en conjunto con los estudiantes, dando prioridad a fomentar los actos positivos y no a castigar los negativos.
Los comentarios ante las actitudes negativas será mejor hacerlos de manera personalizada, sin exhibir a los alumnos de manera pública, explicándoles la consecuencia de sus actos.
Los foros ayudan a que los alumnos se pueden expresar
Se debe procurar que existan foros o reuniones internas en la clase en donde los alumnos puedan expresarse con respeto, conocer los conflictos y las preocupaciones del grupo, con la finalidad de mejorar el ambiente y la convivencia.
El maestro o alguna autoridad escolar deberá elegir los temas que se tocarán e invitar a los alumnos a participar para conocer las opiniones, propuestas y soluciones de todos. Se debe llegar a una conclusión compartida por todos y dar seguimiento a las soluciones propuestas.
Un entorno seguro, comprensivo y empático ayuda a prevenir la violencia y el acoso. Los niños y adolescentes tendrán un desarrollo más saludable y feliz si crecen en espacios en donde exista el respeto, la equidad, la inclusión y sean escuchados.
Créditos de la imagen:
• Niños en un entorno libre de violencia del autor Tacubo Luchador
• Alumnos en un entorno libre de violencia
• Entorno libre de violencia del autor Tacubo Luchador
Créditos de la imagen destacada:
• Alumnos en un entorno libre de violencia