¿Qué es la cultura de paz y cómo ponerla en práctica?

Cultura de paz y respeto

Cuando los niños y niñas tienen una convivencia respetuosa crecen sus posibilidades de desarrollarse en una sociedad sana y libre de violencia. Este tipo de convivencia también es conocida como cultura de paz, y busca que los seres humanos vivan en un entorno seguro. 

El proceso para conseguir un entorno de paz es gradual, ya que las personas tienen que ser conscientes de sus errores, se requiere de ensayo y error, y de buscar nuevas y creativas maneras de resolver y superar los conflictos presentes para anticiparse al futuro.  

¿Qué es la cultura de paz? 

El término cultura de paz se basa en los principios de la Carta de las Naciones Unidas, la cual contiene los principios de las relaciones internacionales y el respeto de los derechos humanos. 

La cultura de paz asimila un sistema de valores, habilidades, actitudes y modos de actuar, que reflejan el respeto a la vida, al ser humano, a la dignidad, al medio ambiente, a participar, valorar y convivir sin violencia. Resolver de forma pacífica los conflictos y favorece el desarrollo de las relaciones empáticas entre personas.   

La cultura de paz no solo se trata de evitar las guerras, sino que va más allá, creando un entorno de justicia y cooperación, para construir un futuro más próspero y armonioso. Convivir en paz es posible cuando se alcanza la armonía y el equilibrio personal y con los demás. Para conseguirlo se pueden usar diversas herramientas como: la ciencia, la educación, el arte, la comunicación, y la construcción de acuerdos.   

La cultura de paz se puede manifestar en diferentes niveles, como son: las relaciones personales y familiares, hasta las relaciones con compañeros, maestros y amigos. 

La educación es un punto clave para conseguir una cultura de paz. La educación sirve como herramienta para fortalecer la identidad personal y favorecer la coherencia de ideas y soluciones que refuercen la paz, la amistad y la fraternidad entre individuos y comunidades a edad temprana.  

Desde la niñez se puede enseñar a los individuos a resolver conflictos con métodos no violentos, que promuevan la tolerancia, solidaridad, voluntad de compartir y poner atención a los demás.  

¿Cómo poner en práctica la cultura de paz?

  • A través del arte: Por ejemplo, escribiendo poemas sobre la comunidad en la que viven los niños, su salón, sus amigos o compañeros de clase. 
  • Intervenir espacios: Como un patio, jardín o algún parque público al que se pueda tener acceso, para decorarlo con fotografías, dibujos o esculturas creadas por los niños, con la finalidad de apropiarse del espacio para promover la convivencia y las relaciones solidarias. 
  • El deporte: Es otra herramienta muy útil. Se pueden formar equipos de fútbol, voleibol, básquetbol etc., para que los niños aprendan a jugar en equipo siguiendo reglas que promuevan el respeto, la sana convivencia y que se diviertan teniendo un objetivo en común.   
  • El diálogo: Se deben crear espacios seguros en los que los pequeños se sientan cómodos, y no sean juzgados al hablar con sus compañeros y sus maestros de sus problemas y sentimientos. Las figuras de autoridad deben mantener una actitud de negociación, consenso y votación para poder resolver conflictos de manera pacífica. 

Todas estas actividades promueven la cooperación y solidaridad.    

Poner en práctica la cultura de paz ayudará a largo plazo a que las sociedades tengan un mayor crecimiento económico y bienestar social. Además de defender y proteger los derechos humanos, al garantizar que la personas vivan sin temor, sin violencia y libres de discriminación. 

¿Cómo lograr un cambio social con la implementación de la cultura de paz?    

La diversidad y la inclusión son otros valores que promueve la cultura de paz, ya que todos reciben el mismo trato sin importar su origen étnico, religión, género u orientación sexual. 

A largo plazo los niños que son criados dentro de esta cultura de paz se convierten en adultos abiertos al diálogo y a la diplomacia, que pueden abordar conflictos a nivel nacional e internacional, como el cambio climático y la erradicación de las guerras y conflictos armados. 

Conseguir una cultura de paz es posible, teniendo como sociedad la voluntad y la paciencia. No se trata de ignorar los conflictos, sino de abordarlos de manera constructiva y cooperativa, para conseguir soluciones pacíficas. 

De esta manera heredaremos a las nuevas generaciones un mundo más justo, equitativo y armonioso. 

Créditos de la imagen:
• "Adolescentes aprendiendo sobre la cultura de paz y respeto" del autor Tacubo Luchador

Créditos de la imagen destacada:
• "Adolescentes aprendiendo sobre la cultura de paz y respeto" del autor Tacubo Luchador